Se diagnostica anemia cuando una persona presenta una insuficiencia de glóbulos rojos, o si le falta hemoglobina, proteína que se encarga de transportar el oxígeno a las células y a los tejidos. Esta deficiencia provoca una disminución de la cantidad de oxígeno para el buen funcionamiento celular. Los tipos de anemia más comunes se caracterizan por la deficiencia del nutriente en cuestion, generalmente vitamina B12, Hierro o ácido fólico.
Anemia por falta de vitamina B12
También llamada anemia perniciosa, este tipo de anemia se caracteriza por una deficiencia de vitamina B12 o cobalamina. Este nutriente desempeña funciones muy importantes para el crecimientos celular y el metabolismo, participando en el proceso de formación y maduración de los glóbulos rojos.
Las principales fuentes de cobalamina son los alimentos de origen animal como la carne, el pescado y los huevos. Las personas que siguen una dieta vegetariana restrictiva corren más riesgo de sufrir esta carencia. Las principales fuentes vegetales de vitamina B12 son la espirulina, los copos de levadura y las algas marinas. Su deficiencia se suele manifestar con los siguientes síntomas:
- Lengua gruesa y muy reseca
- Palidez
- Indigestión
- Pies entumecidos
Anemia ferropénica
Se calcula que más de un 10% de las mujeres sufren este tipo de anemia que se caracteriza por una deficiencia de hierro en el organismo. Los factores de riesgo de la anemia ferropénica son:
- Embarazo
- Dietas con poca concentración de nutrientes
- Abundante sangrado menstrual
- Deficiente absorción de nutrientes en el organismo
Los síntomas de la anemia ferropénica se traducen normalmente en una sensación de fatiga, mareos, falta de energía y pérdida de apetito. También puede reflejarse con una lengua de aspecto blanquecina, piel pálida y manos y pies fríos.
Anemia por deficiencia de ácido fólico
La vitamina B9 o ácido fólico desempeña una función esencial en los procesos de división y crecimiento celular. También interviene en el proceso de maduración de los hematíes y los leucocitos. Fatiga, insomnio e irritabilidad son algunos signos característicos de falta de ácido fólico.
Los grupos de población con mayor riesgo de sufrir esta anemia son las mujeres embarazadas, personas con cáncer, bebedores habituales de alcohol, pacientes de enfermedades crónicas o con afecciones intestinales y consumidores habituales de ciertos medicamentos.
Anemia hemolítica
Este tipo de anemia se presenta cuando la médula ósea no puede restituir en cantidad suficiente los glóbulos rojos que se destruyen. También puede producirse por causas autoinmunes, en cuyo caso es el propio sistema inmunitario quien se encarga de destruir parte de los glóbulos rojos porque los considera cuerpos extraños. Los síntomas más característicos de esta anemia son debilidad general, dolores de cabeza y dificultad de concentración.
Anemia Drepanocítica o de células falciformes
Es una alteración hereditaria que afecta a la hemogoblina, proteína encargada de transportar el oxígeno que forma parte de los glóbulos rojos. La enfermedad en sí no puede revertirse pero se pueden reducir los síntomas mediante una dieta y suplementos dietéticos adecuados.
Alimentos para la anemia 
La Vitamina B12