cocinar sin perder vitaminas

Para que los nutrientes de los alimentos sean fácilmente asimilables conviene tomar ciertas precauciones a la hora de cocinarlos, también para tomarlos en crudo. Los nutrientes son generalmente frágiles. Las vitaminas se oxidan con rapidez y el calor de cocción puede deteriorar el valor nutritivo de un alimento.

Consumir Fruta y verdura en crudo

Desde el mismo momento de la cosecha, la fruta o verdura empieza a perder nutrientes, especialmente vitaminas.  Una vez peladas o cortadas los nutrientes se oxidan con mayor rapidez aún. Estos son algunos consejos para consumir vegetales en crudo, aprovechando al máximo sus nutrientes:

  • Consumir fruta o verdura lo más frescas posible
  • Evitar la exposición excesiva al aire y a la luz
  • Consumir las fruta inmediatamente después de pelarla
  • Tomar las sopas frías como el gazpacho andaluz al poco tiempo de triturar los ingredientes
  • Aprovechar la piel de frutas y verduras lavándolas cuidadosamente. La piel se suele concentrar la mayoría de vitaminas y fibra. En el siguiente artículo puedes consultar más información sobre las ventajas e inconvenientes de tomar la fruta con piel.
  • Procurar, siempre que sea posible, consumir productos procedentes de agricultura ecológica. En general son de mejor calidad y tienen un valor nutricional superior.

Cocinar cuidando el valor nutritivo de los Alimentos

Generalmente el calor estropea los nutrientes. Por otra parte,  al cocer verduras las vitaminas hidrosolubles se quedan en el agua. Los siguientes consejos ayudan a preservar una mayor cantidad de nutrientes a la hora de cocinar.

  • Intentar no aplicar mucho calor y cuando esto no sea posible, aplicar cocciones rápidas.
  • Es preferible tomar las verduras en platos de potaje y estofado que hervidas. De esta forma aprovecharemos las vitaminas que se  han quedado en el caldo.
  • Evitar las frituras. Las vitaminas del vegetal y los ácidos grasos beneficiosos del aceite se deterioran con un calor agresivo.
  • Siempre es preferible una cocción suave al vapor que un cocción directa en agua.
  • Acostumbrar el paladar a la textura y sabor de la verdura poco hecha.

Existen dos excepciones destacadas a la hora de relacionar el calor y el deterioro de los nutrientes. Se trata del licopeno de los tomates y la quercetina de la cebolla. Estos nutrientes no se deterioran con el calor sino todo lo contrario. Se liberan en mayor cantidad y se asimilan mejor.