Todos podemos desarrollar un cáncer y todos tenemos un organismo diseñado para combatirlo. Muchas personas piensan que la genética es decisiva a la hora de desarrollar un proceso cancerígeno. Sin embargo se han realizado muchas investigaciones que demuestran que el estilo de vida es un factor principal a la hora de prevenir o combatir el proceso de desarrollo de un tumor.
La importancia de los factores medioambientales
Los factores hereditarios. Se realizó un estudio con un elevado número de gemelos Suecos, Daneses y Finlandeses para comparar el riesgo de padecer cáncer en distintas partes del cuerpo humano. Se trataba de evaluar la importancia de los factores hereditarios y ambientales a la hora de padecer la enfermedad. Enviromental and Heritable Factors in the causation of Cáncer. Los resultados mostraban que en la mayoría de los casos el factor hereditario tiene un menor peso.
Los factores ambientales en general y la alimentación en particular parecen ser los más decisivos. El estilo de vida y la alimentación Asiática, por ejemplo, parece ser más eficaz para prevenir el desarrollo y crecimiento de tumores malignos (Publicación “World Cancer Report”). Por otra parte se han identificado grupos de población de origen Japonés residentes en occidente que, después de varias generaciones, presentan las mismas tasas de cáncer que el resto de población, una vez adquiridos los hábitos alimenticios occidentales.
Los pricipales factores de riesgo de cáncer son el tabaquismo (30%) y la Alimentación (30%), seguidos de factores hereditarios (15%), obesidad y falta de ejercicio (5%) y otras causas como la exposición profesional, drogas, alcohol, contaminación y otros (20%).
Métodos para combatir el cáncer
La medicina tradicional. Es importante señalar que hoy por hoy, la única forma eficaz de combatir un cáncer en desarrollo o estado avanzado es la medicina tradicional que conocemos en Occidente. Es decir, quimioterapia, radioterapia, cirugía y otras técnicas en desarrollo.
La capacidad del organismo. Pero tan abusurdo sería renunciar a esta medicina tradicional como ignorar las capacidades naturales del organismo para prevenir y detener los procesos cancerígenos mediante un estilo de vida y una alimentación sana. Existe un tipo de alimentación que propicia el desarrollo de tumores como existe un tipo de alimentación que refuerza los mecanismos biológicos naturales de nuestro organismo para protegernos de esta enfermedad.
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