desventajas de la leche

Hasta hace unos 25 años la leche de origen animal se consideraba como un buque insignia de la alimentación saludable y nutritiva. Sin embargo, con el paso del tiempo han proliferado los estudios de investigación y los profesionales de la medicina que cuestionan sus efectos sobre la salud, especialmente en personas adultas. ¿Cuáles son estos efectos negativos derivados del consumo de leche?, ¿están realmente justificados?.

Sin intentar mostrar un panorama catastrofista, la verdad es que no es necesario tomar leche de origen animal para gozar de una dieta nutritiva y completa.  No son pocos los inconvenientes que puede ocasionar el consumo habitual de lácteos, seamos o no intolerantes a la lactosa, o suframos de algún tipo de alergia a la proteína láctea, si bien es cierto que estos efectos pueden variar mucho de persona a persona según la edad, raza y otros condicionantes genéticos.

Grasas saturadas y colesterol de la leche

La leche contiene importantes niveles de grasas saturadas y colesterol. El cuerpo humano necesita este tipo de grasas en cantidades muy pequeñas porque a partir de cierto nivel hacen aumentar los niveles de colesterol malo o LDL. El consumo excesivo de grasas saturadas se considera un factor de riesgo principal en muchas enfermedades cardiovasculares, y también en ciertos tipos de cáncer como el de colon, recto y mama.

Desde este punto de vista la leche semidesnatada ofrece ciertas ventajas porque aporta aproximadamente la mitad de grasas saturadas que una leche normal. En el caso de las leches desnatadas esta cantidad se reduce todavía mucho más.

El problema de la intolerancia a la lactosa

Para asimilar la lactosa en nuestro organismo necesitamos producir un enzima conocido con el nombre de lactasa que permite romper las moléculas de lactosa de la leche en sus dos azúcares básicos: la glucosa y la galactosa. La mayor parte de la población mundial pierde la capacidad de producir suficientes niveles de este enzima con la edad.

La lactosa no hidrolizada (digerida incorrectamente) pasa al intestino grueso provocando malas fermentaciones y diversos síntomas como diarreas, vómitos, vientre hinchado, flatulencias, espasmos y náuseas. Estos síntomas pueden presentarse de manera evidente o pasar casi desapercibidos, según el grado de intolerancia de cada persona y la cantidad de lactosa ingerida. En el siguiente enlace puedes consultar más información sobre la Intolerancia a la Lactosa.

Absorción del calcio de la leche

Nos alimentamos de lo que asimilamos y no de los que comemos. Es verdad que la leche contiene una gran cantidad de calcio pero en su mayoría se transforma en fosfato de calcio y se expulsa a través de las heces. En otras palabras, buena parte de este calcio no se puede aprovechar. Esto explica que los países que son grandes consumidores de leche presenten unos niveles carenciales de calcio más elevados que los Asiáticos, donde el consumo de leche es mucho más escaso.

Procesos inflamatorios y alérgicos relacionados con el consumo de lácteos

La grasa de la leche y sus derivados contienen ácido araquidónico, se trata de un ácido graso poliinsaturado de la serie omega-6 precursor de las sustancias mediadoras de los procesos inflamatorios y alérgicos. Los síntomas asociados a estos trastornos se presentan de forma evidente en personas con alergia a la proteína de la leche o con intolerancia a la lactosa, aunque también pueden manifestarse en mayor o menor medida en el resto de la población.

Factor de riesgo de algunas enfermedades

Desde una perspectiva de la medicina ortomolecular, el Profesor Felipe Hernández en su libro Que tus alimentos sean tu medicina, nos explica que la proteína de la leche de origen animal pasa al intestino digerida sólo de forma parcial  ya que los ácidos gástricos necesarios para su división son neutralizados por la propia leche.

Este tipo de problemas se agrava con la edad. Durante la edad adulta los niveles de renina gástrica, el enzima necesario para romper las moléculas de la proteína de la leche disminuyen notablemente. Esta hidrólisis parcial de la caseína (principal proteína de la leche) puede provocar distintas enfermedades como  bronquitis, eccemas y asma en personas con insuficiencia de anticuerpos IgA.

Otros inconvenientes

Las hormonas de la leche. Al tomar leche de vaca estamos ingiriendo  diversas hormonas que son adecuadas para el ternero lactante pero en el ser humano pueden producir una serie de efectos adversos y actuar como catalizador del proceso de degeneración celular.

Antibióticos y toxinas. La leche de cualquier mamífero criado en granjas industriales puede contener restos de antibióticos, además de  otros productos químicos y toxinas.