etiqueta informacion nutricional

Supongamos que nos encontramos en el supermercado delante de dos productos. Los dos son del mismo tipo pero de marcas diferentes. ¿Cuál es mejor para la salud?, ¿Cómo leer la etiqueta de información nutricional? y sobre todo, ¿en qué deberíamos fijarnos para elegir?.

La etiqueta del alimento

La etiqueta de un alimento pueden mostrar tres tipos de información:

  • Ingredientes
  • Datos específicos. Por ejemplo si tiene Gluten, es bajo en colesterol o contiene probióticos.
  • Información Nutricional

Los ingredientes incluyen una relación de alimentos y Aditivos. Los aditivos pueden ser Naturales o Artificiales. En ambos casos suelen presentarse como códigos del tipo E-220 o E-385. Esto dificulta distinguir unos de otros.  Como regla general es recomendable optar por productos naturales y con el menor número posible de aditivos. Estos aditivos tienen la función de mejorar el color, textura, sabor o conservación del producto. Funciones que generalmente no ayudan a mejorar nuestra salud. Por otra parte los efectos de algunos aditivos artificiales son materia de debate y discusión entre especialistas. Para más información puedes leer nuestro artículo sobre los ingredientes en la etiqueta de alimentos.

Los datos específicos que aparecen en la etiqueta pueden ser relevantes o no según la circunstancia de cada persona. No es lo mismo una persona que padezca obesidad que una persona delgada. Los celiacos agradecen sobretodo un etiquetado claro. Sin embargo para una persona que no tiene ninguna intolerancia al gluten esta información puede no ser relevante. Una persona puede necesitar probióticos por mejorar el estado de su flora intestinal.

La información nutricional de la etiqueta indica los nutrientes y calorías que aporta un producto.

Grasas, Azúcar y Sodio en la Información Nutricional de la etiqueta

Los datos más importantes. Para la mayoría de personas estos datos deben ser los más importantes. La razón es muy sencilla. Muchas enfermedades de nuestra sociedad se relacionan directa o indirectamente con un consumo excesivo de estos tres componentes.

Las grasas y el azúcar pueden llevar a un exceso de peso y con el tiempo a otras patologías más graves como hipertensión, diabetes tipo II o enfermedades cardiovasculares.

El exceso de sodio en la dieta aumenta la probabilidad de tener hipertensión  y por lo tanto el riesgo de tener problemas cardiovasculares.

El resto de información no es que no sea relevante. Su importancia depende de las circunstancias personales de cada uno. Por ejemplo, el ácido fólico puede ser un dato interesante para embarazadas. La cantidad de hierro para personas que tienen anemia o dificultad para absorber este mineral. El calcio para personas en edad de crecimiento o que no suelen tomar suficientes lácteos. La fibra para personas con tendencia al estreñimiento….

A limitar: Grasas saturadas y Trans, Colesterol, Azúcares y Sodio

Las grasas saturadas y trans aumentan el riesgo de padecer enfermedades del corazón o colesterol alto. Se recomienda no sobrepasar la cantidad de 20 gr. al día de grasas saturadas para un adulto de peso medio, y no tomar ninguna cantidad de grasas trans. El ácido graso trans es peligroso para el corazón y se relaciona con algunos tipos de cáncer. Alimentos que pueden contener grasas trans son: bollería industrial, fritos, rosquilletas, galletas y otros productos horneados.

Pueden aparecer en la etiqueta como “trans” o bien acompañar a otros ingredientes con la frase “hidrogenado” o “parcialmente hidrogenado”. Desgraciadamente, la normativa europea no obliga, por el momento, a informar si una grasa vegetal ha sido hidrogenada. Así, el consumidor puede leer la descripción “aceite vegetal” en la etiqueta, pudiendo tratarse de una grasa trans. Puedes leer más información en el siguiente enlace sobre los riesgos de las grasas saturadas y las grasas trans.

El colesterol. Se debe tomar menos de 300 mgr de colesterol al día y por persona. Menos de 200 mgr si se padece algún tipo de enfermedad cardiovascular.

A favorecer: Vitaminas, Minerales y Fibra

Las vitaminas son nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Ayudan a reforzar las defensas y combatir muchas enfermedades. También tiene una poder antioxidante que previene el cáncer y retrasa el proceso de envejecimiento.

Los Minerales son necesarios para el buen funcionamiento del sistema nervioso, muscular y del corazón. También interviene en muchos procesos a nivel celular.

La fibra nos ayuda a prevenir la obesidad, contribuyendo a saciar el apetito y  terminando con la sensación de hambre. También ayuda a estabilizar los niveles de glucosa. Por último, mejora el tránsito intestinal  y previene los síntomas de estreñimiento.