Las nueces y las avellanas son uno de los bocadillos de invierno más abundantes y saludables. Compre unos cientos de gramos de su variedad favorita y descubra cómo puede almacenarlos durante meses sin que se pongan rancios.

Las nueces y las avellanas son excelentes bocadillos, llenos de minerales y ácidos grasos beneficiosos que nutren el corazón y el cerebro. Saben lo sabrosos que son, sobre todo si están ligeramente pasados de cocción y salados. Puedes comerlos tal cual o combinarlos con macedonias de frutas, ensaladas de verduras crudas y todo tipo de dulces.

¿Cómo deberías guardar tus nueces y avellanas para evitar que se vuelvan rancias?

Pero, precisamente por la alta concentración de grasas, las nueces se vuelven rancias bastante rápido después de peladas, y adquieren un sabor desagradable, amargo y picante. Evita comer frutos secos rancios, porque ya aparece moho y puedes tener problemas gástricos a causa de ellos.

Cómo almacenar nueces y avellanas con cáscara

Los frutos secos se conservan durante mucho tiempo en su cáscara, al igual que las avellanas o las almendras. Si no quita los huesos, las nueces enteras con cáscara se pueden almacenar en un lugar bien ventilado y seco durante 3 a 6 meses sin cambiar su sabor.

Cómo almacenar nueces y avellanas sin cáscara

Es mucho más cómodo partir nueces y avellanas, pelarlas bien y tenerlas a mano para preparar deliciosos aperitivos.

Si estás pelando solo una pequeña cantidad, que sabe que consumirá en 2 o 3 semanas, entonces debe hacer lo siguiente:

Los núcleos de nueces y avellanas se limpian bien de las cáscaras y se ponen en cazuelas en el congelador durante 2-3 días.

La congelación ayuda a matar cualquier bacteria o gusano que pueda estar en el núcleo.

Luego se sacan del congelador y se guardan en el frigorífico durante 2-3 semanas.

Si quieres conservar el corazón durante más tiempo, puedes dejarlo en el congelador durante 6 meses, sin que cambie su sabor. Cuando necesite nueces y avellanas, saque solo la cantidad necesaria y deje que los granos se descongelen gradualmente en el refrigerador.