controlar la hipoglucemia

La hipoglucemia consiste en una presencia de niveles bajos de azúcar en sangre. Cuando estos niveles caen demasiado se produce un ansia imparable de comer hidratos de carbono, a menudo refinados. Para satisfacer esta sensación de ansiedad se necesitan más alimentos ricos en hidratos de carbono o azucarados. El azúcar provoca un subidón pero poco tiempo después se produce la caída. El resultado es un proceso continuo de subida y bajada de los niveles de azúcar.

Las personas con hipoglucemia producen demasiada cantidad de insulina. Con el tiempo, este exceso puede ocasionar problemas de páncreas y desembocar en una diabetes del tipo 2. A menudo, el nivel bajo de los niveles de azúcar se traducen en síntomas como fatiga, dolores de cabeza, temblores, irritabilidad y sobretodo una ansia de comer alimentos ricos en hidratos. La mejor forma de combatir la hipoglucemia y los trastornos  relacionados es cambiar el estilo de vida a través de la dieta y el ejercicio físico regular.

Causas de la hipoglucemia

La hipoglucemia puede tener una gran variedad de causas relacionadas entre sí. Entre ellas podemos destacar:

  • Consumo habitual de alimentos refinados y azucarados
  • Sensibilidades y Alergias alimentarias
  • Deficiente asimilación de nutrientes en el organismo
  • Estrés
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Falta de ejercicio físico.
  • Enfermedad hepática, insuficiencia renal o problemas glandulares.

7 acciones para combatir la hipoglucemia

Tomar los cereales adecuados. Lo ideal es consumir siempre cereales integrales y de fácil asimilación para el organismo. Desde este punto de vista los más beneficiosos son el arroz integral, el trigo sarraceno y la quinoa. Los hidratos de carbono que aportan estos tres cereales son de liberación lenta, ayudando a mantener los niveles de energía  en el organismo por más tiempo. Por otra parte se trata de alimentos de más fácil absorción para el organismo.

Alimentos a evitar. Los platos precocinados, las salsas en conserva y los productos de bollería o pastelería suelen incorporar harinas refinadas y otros ingredientes con un índice glucémico alto. Este tipo de sustancias provocan una elevación brusca de los niveles de glucosa en sangre. Otros alimentos a evitar son el alcohol, chocolate, refrescos azucarados, pan blanco, batidos y productos lácteos con mucho azúcar.

Favorecer el consumo de vegetales ricos en fibra. Legumbres, fruta, verdura y frutos secos deberían ser los pilares de la alimentación, junto con los cereales ya mencionados. Especialmente beneficiosos son el brócoli, las coles, la fruta entera (no exprimida) y  el consumo de soja y sus derivados. Desde un punto de vista nutricional se recomienda tomar cereales y legumbres al mismo tiempo, con una proporción aproximada de 2×1. Es decir, dos partes de arroz por una de garbanzos. Esta combinación de legumbres y cereales nos proporciona todos los aminoácidos esenciales que necesita el organismo.

Desayunar bien. Salir de casa con el estómago vacío puede provocar un bajón excesivo de los niveles de azúcar en sangre a lo largo de la mañana. Desayunar bien es importante para rendir mejor en la escuela o en el trabajo

Comidas frecuentes a lo largo del día. En lugar de hacer dos o tres comidas abundantes al día podemos hacer 5 o 6 mucho más ligeras. Haciendo muchas comidas al día conseguiremos mantener más estables los niveles de azúcar y sentirnos con más energía durante todo el día.

Dormir suficiente para permitir que el hígado y la vesícula biliar puedan hacer bien su trabajo de desintoxicación.

Practicar deporte con regularidad. Como mínimo deberíamos hacer ejercicio 4 veces por semana, teniendo en cuenta la edad y condición física de cada uno.